domingo, 15 de mayo de 2011

Se llama vocación, nena.

Limpiarse de silencio y pronunciar la vibración de tiempo,
siempre pienso que las cosas son tan fáciles y ellas resultan ser las más difíciles,
son las sombras las que parece que desvanecen mi posibilidad de ver la luz,
No escribo en este blog sólo porque es exclusivamente dedicado a Mi Señor.
porque al fin y al cabo, todo es dedicado a Él;
es que siempre menciono la luz, Su Luz y mi oscuridad; Su Reflejo y mis sombras.
Contengo la respiración, esa luz siempre se lleva las sombras,
y como un relámpago Te Miro; cuando pensé que nada iba a pasar,
veo lo que no se ve.
¿Te dije que mi corazón arde? ¿Te conté de la distancia que hay entre mi corazón y mi mente?
¿Y de la distancia que hay entre mi mente y mis actos?
Pronto desaparecen todos y Tú me perdonas.
¿Vos pediste desierto? Bancatela si te gustan las dificultades.
Pidan y se les dará.
¿Quién te crees? Yo sé perfectamente cuáles son tus tiempos...
Qué soberbia... Siempre queriendo adelantar todo.
La iglesia pide y Tú tocas mi puerta.
Al final... Todo amanece.
Estoy demasiado segura de lo que quiero, tal vez sea hora de empezar a dudar.
Pero por Dios, sólo Tú lo sabes, Mi Único Juez, conoces mi corazón, sabes como arde,
sabés como se me corta la respiración cuando te cierran la puerta en la cara, conocés mi dolor y me hacés vivir el Tuyo.
Tengo mucho que perder y mucho por ganar,
es que el Señor es mi Pastor, nada me puede faltar...

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