sábado, 16 de abril de 2011

¿Quo vadis?

Oscuridad. Aliento al desaliento.
Sacudió las hojas marchitas de su pantalón y allí empezó el suspenso...
Hay cosas que no sabía como manejar, que no tenía idea de qué hacer con ellas. Había cosas.
Se levantó de su cama a medianoche para darle un freno a la farsa que imaginaba, se transformaría en el caos más profundo de su vida. Cruzó sus piernas y se quedó sentada por unos minutos; no sabía si tenía perdón por haber lastimado tanto a su padre, pero si lo tenía, estaba al tanto de que nada era gratis; y así se fue alejando de aquéllo...
Al correr esos días había tenido poco tiempo para reflexionar la raíz de por qué hacía las cosas, sólo llegaba a la vacía conclusión de que lo que hacía era algo pasajero, que se acabaría en cuanto todo volviese a la normalidad; eso la dejaba tranquila y serena, porque sabía que su conducta era débil y se conformaba con aquélla debilidad, es decir, sabía que cuando tenga la edad suficiente para dejar de vivir así y alejarse completamente, lo haría.
Sin embargo, en su interior, era consiente de que debía purificar cuanto antes aspectos malos de su personalidad que en esas situaciones, se potenciaban irremediablemente. No puede negar que había muchos que disminuían; pero la potencia . Entonces se encontraba en un dilema.
Jesús ha venido a salvar a los pecadores; pero a los pecadores no se los salva con más pecado y ya no era una excusa decir que estaba en su naturaleza porque está en la naturaleza de todos pecar; véase pecado original.
Lo cierto es que se ponía a pensar noche a noche en la soledad en la que estaba eligiendo vivir; allí no había nadie para ayudarla a sostener la relación con su padre más que ella misma, sólo dos de sus hermanos la acercaban a él y ellos también necesitaban de su ayuda; entonces por una cosa o por otra dejaba su oscuridad para lo último y llenaba ese cuarto con cosas insólitas y sinsentido.
Un día su padre murió.
Y ella, ahora sola realmente, recordó las noches que pasó pensando si renunciar o no renunciar o cómo hacer para actuar correctamente y no lastimarlo.
Mientras, él estaba muriendo, y ella parecía haberse olvidado de que existía.
Su padre se fue y volverá, pero ahora se fue.
Y mientras estaba vivo, sólo se preguntaba ¿Quo vadis?

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