martes, 26 de abril de 2011

Aniversario.

Antes de los detalles, la poesía.

No íbamos muy lejos realmente,
en esta ciudad, está claro que la sal sigue consumiendo las historias.
Se les otorga un sabor otoñal a los acontecimientos presentes,
y hoy, ante un aniversario, dejo a un lado la Semana Santa
para dejarme llevar por la inspiración...

Trataron de comerse el mundo a puras náuseas,
los surcos de la tierra cobraran una forma distinta,
y me atrevería a decir que cada elemento de la naturaleza
me regalaba una percepción diferente y perfecta.

Sigue siendo que entre la hierva veo tu rostro,
que nos encandila el fuego protector de una noche helada,
está claro que no podemos soportar un poco de dependencia,
y que entre las tropas y el comando, nuestras misiones están herradas y son efímeras.
Aunque está claro que nos gustaría que el espacio nos agrade,
pero en cambio de eso, nos fortalece.
Y lo que está oculto de este lugar,
todos lo guardamos en nuestro corazón.

Sigue siendo que los silencios vuelven a protagonizar el ambiente,
una y otra vez tengo ganas de sentarme, no molestarte más e irme,
pero mi soberbia no me deja ver que no soy Dios
y que realmente, es lo mismo hablar conmigo o con otra persona,
no dudo de que haya personas que te aman y te comprenden más que yo.
Realmente no lo dudo.

Sin embargo; la pisada diaria en nuestra debilidad
nos introduce en una locura mayor.
Y la movilidad se reduce a una quietud
fundida en algo abstracto e increado.
Lo bueno es que por sangrar nuestros pecados,
nos acercamos más a La Cruz y al mismo Cristo.

Un ciego identifica que no son alimento todas las cosas,
Y siempre llega algo nuevo que lo sorprende,
porque cuando creemos que ya no hay nada más,
falta la mejor de las partes.

Y sólo los compromisos más grandes,
requieren grandes responsabilidades.
Porque es cierto que ya no quiero hablar
ni practicar estupideces que me contaminan,
¿Cuán será la hora?

Sólo recuerdo hoy, que nuestros cuerpos se unieron,
hace dos años.
Gracias.

26-4-2009 Reconciliación y Eucaristía.

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