Mirá mis intenciones removerse,
bajo la luminosa tempestad de una evaluación futura.
Algo así como unir las lenguas dibujándonos,
sabiendo que te preocupas, gracias.
Ya somos dos los que vagamos por las verrugas de nuestro olfato
pegado en las plantas sagradas a punto de ser muertas,
apretando el código que indica una serie de movimientos en secuencia lineal.
Y nos encontramos con el más de siempre. Dejándonos arrastrar como bien sabemos
por las calles de enero y febrero seguros del bien que podemos hacer-nos.
Ya veo vislumbrado en el plan algo que no quiero que suceda,
eyacula artificialmente mi desilusión, soy puras mentiras, por eso.
Pero sigo teniendo miedo, antes de partir.
Gracias por preocuparte. Dios nos pide que seamos determinantes.
Y Gracias por el Plan, seré feliz haciéndolo.
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