Palabras sueltas que surgen desbordando el placer de la nada
parece que el bostezo de vida al cual esperamos responder
grita ausente en la vergüenza de confesar la verdad,
como el cierre de las cabezas en la caminata por el desierto,
la anulación de pensamiento y la bienvenida a la presión de la exigencia propia,
el discurso dinámico de un intento de convencimiento ensayado
con el pecho inflado ante la tentación de oírlo,
y el lugar muerto de la mentira del único récord.
Me parece, que te gusta mi sangre
y la sospecha queda en cautiverio,
entonces se preguntan los incrédulos
¿Y este de dónde salió? Vulgar, lo sé.
Son realidades flacas que nos maúllan en los oídos durante el día
y visiones ahuesadas del mundo apoyadas sobre los muslos inestables
de los adolescentes hechos con pulpa recalentada por el sol,
como el sentimentalismo degenerado de estos tiempos
y los instintos a flor de piel envueltos en toallones mojados
que parece, con un par de milagros y apariciones
se desvanecen segundo a segundo, se vuelven pesados
y alguien se repara, aunque sea un minuto o en un minuto.
Cantamos en el tren y nos arrojamos de él con las extremidades golpeamos la chapa
todo vuelve a meterse en el archivo memorial sin un mínimo disfrute.
La cabeza es un casette que lame los tatuajes de las heridas, jamás se van,
pero no puedo entender, porque al dolor le agregan drama y lo transforman en sufrimiento,
siempre así, haciendo hablar a las preocupaciones que se endurecen con la atención
y haciendo llamar a las cosas por su apodo, no por su nombre,
¿Cuál es la oración?
Aún parezco verte bailando ballet con tus calsas blancas,
corriendo de aquí para allá resecando tu furor con plantas de pie y talones de punta
en las camisas y los aturdidos vestidos negros
no encontrabas nada para estallar de pasión,
sólo metías tus dedos y tocabas el cráneo, no el corazón;
nono, a veces hay que esperar para que las cosas se acomoden y respetar al otro.
Éramos como chicle, podíamos adaptarnos a cuán situación se nos presentase,
eso éramos,
todavía bostezo tu ausencia. Con alegría ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario